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Remates urbanos

21 octubre 2021

Montevideo cuenta con importantes remates edilicios, que no sólo le aportan valor al cuerpo arquitectónico al que pertenecen sino a la ciudad en su conjunto.

No siempre el remate superior de un edificio es una cúpula, es decir una media esfera. Pero a partir de ella son posibles ciertas transformaciones que permiten encontrar nuevos sólidos o volúmenes de extrema belleza. Tanto en la experiencia arquitectónica medieval como en el barroco, se experimentó con alteraciones de cúpulas de “media naranja”, alcanzando atractivos efectos volumétricos, espaciales y visuales.

 

Montevideo cuenta con importantes remates edilicios, que no sólo le aportan valor al cuerpo arquitectónico al que pertenecen sino a la ciudad en su conjunto, ya que constituyen elementos significativos, de gran factura constructiva y de diseño. Tres ejemplos, entre otros, son el del Palacio Montero, el del edificio San Felipe y Santiago y el de la torre del antiguo Rowing Club.

 

Cúpula del café

 

El Palacio Montero, más conocido como “del Sorocabana” por albergar en su planta baja a uno de los más conocidos comercios del café en Montevideo, se distingue hoy entre los edificios de nuestra principal avenida. Por su calidad de diseño, constructiva y material, esta obra se torna singular; sin embargo, es su remate superior de esquina, en forma de cúpula aperaltada, lo que permanece siempre como su imagen evocadora.

 

 

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Autor: Ing. Alberto Trigo (atribuida)            Fecha: c. 1925. Ubicación: 18 de Julio y Plaza Cagancha

 

 

Salvando las grandes distancias, hay algo que la relaciona con la de la catedral de Florencia, proyectada en el siglo XV por Fillipo Brunelleschi. Más precisamente, su forma general, las nervaduras diferenciadas en color y textura respecto del resto de la cúpula y sus importantes óculos, promueven tal relación de identidad. No obstante, otros elementos evocan al mundo barroco, como el remate a manera de linterna ciega y las guirnaldas que lo acompañan.

 

Las vistas desde allí se consiguen a través de los óculos mencionados, que se conforman como aberturas para el interior de la cúpula. La plaza de Cagancha se percibe como una verdadera alfombra verde de plátanos, cortada por la avenida 18 de Julio y jalonada por el monumento a la Paz que diseñara el escultor italiano José Livi en el siglo XIX.

 

Reflejos dorados

 

En una destacada esquina del centro montevideano se eleva el edificio denominado San Felipe y Santiago, aportando un intenso refinamiento a la arquitectura de nuestra principal avenida. Pero es necesario elevar la mirada para apreciarlo, realmente.

 

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Autor: s/d. Fecha: 1926. Ubicación: Av. 18 de Julio 1296 esq. Yaguarón

 

De lenguaje ecléctico, posee fuertes tintes modernistas que se evidencian en sus vitrales, la herrería de los balcones y el despliegue ornamental de una llamativa policromía, presente en varios sectores de fachada. Sobresale la cúpula-mirador, que desde la vereda destaca por sus tonos dorados. Una mirada detenida revela su fina hechura, casi a la manera del trencadís catalán –mosaico realizado con fragmentos de cerámicos partidos y unidos con argamasa– aunque en este caso conformado por teselas cuadradas e iguales.

 

Desde la cúpula se puede apreciar el entorno cercano de la avenida 18 de Julio, en el tramo comprendido entre la explanada municipal y la plaza de Cagancha. La concentración de edificios altos que caracteriza al centro de la ciudad reduce las posibilidades de descubrir la lejanía. Así, y por momentos, la vista parece comprimirse y el horizonte acercarse; en medio de infinitos tonos de grises y beige, se destacan algunas volumetrías y remates: el Palacio Díaz, el frente ochavado del viejo cine Trocadero, el rojizo mirador del Palacio Municipal o la fachada más acristalada de la Torre de los Profesionales.

 

Minarete portuario

 

Muy diferente es el entorno actual que rodea a esta vieja sede deportiva, una de las dos primeras del país, junto al Montevideo Cricket Club. A comienzos del siglo XX, el deporte del remo establecía dos condiciones fundamentales para su desarrollo: un curso de agua mesurado y tranquilo, y una proximidad razonable a las áreas residenciales de la masa asociada. Nada mejor entonces que el espacio de nuestra bahía, cercana al puerto de la ciudad, para construir la sede social y deportiva del nuevo club.

 

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Autor: Mauricio Cravotto. Fecha: 1923 (proyecto); 1928 (inauguración). Ubicación: recinto portuario

 

Obtenido allí un predio, se dispuso en 1923 un llamado a concurso, del que salió ganador el proyecto del Arq. Mauricio Cravotto. En 1928, el edificio sede estaba ya inaugurado. Aunque ha sufrido algunos cambios y un muy mal mantenimiento durante décadas, podemos, igualmente, percibir sus valores arquitectónicos y su referencialidad en el sitio. Vale la pena apreciar esa torre –parecida a un minarete musulmán– y subir hasta ella para apreciar las buenas vistas que se alcanzan sobre la bahía y el entorno próximo.

 

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Escrito por:
Christian Kutscher
Christian Kutscher